El Narval

En los tiempos de hace 5 siglos los magos y hechiceros decían que habían conseguido un cuerno de unicornio con poderes mágicos.
Pero en realidad no era otra cosa que un diente de narval, un cetáceo de los mares árticos.
Este mamífero tiene un cuerpo de hasta 6 metros de largo, una cabezota redonda, sobre la que, entre dos ojillos, se abre el respiradero, y en la boca un singularísimo sistema de dientes. Embriones de dientes en la mandíbula inferior; en la superior, a la derecha, hay un canino normal; a la izquierda el otro canino es el espectacular “cuerno” que se desarrolla en forma de tornillo y se proyecta fuera de la boca, con una longitud de 3 metros en algunos ejemplares.
El narval, que vive muy al norte durante la estación buena, viene a invernar en mares más meridionales, se nutre de pequeños crustáceos e invertebrados, que desentierra del fondo marino con su extremidad nasal, y también se alimenta de peces.
Las mayores amenazas para el narval son las orcas, los parásitos, el hombre que le da caza y los hielos, que, recubriendo la superficie del mar le obligan a morir ahogado.
Cuando dos machos se enamoran de una hembra, se pelean con sus “cuernos” y, a veces, alguno de los dos, cuando se le rompe el diente, no tiene más remedio que marcharse.

¿Sabías qué…
… solamente el narval macho está dotado de su famoso cuerno?

…en los mares árticos, algunas veces se han visto (aunque no es cosa de todos los días) narvales con dos cuernos?